top of page
Buscar
Luis Vogt

Lo impactante de Unplanned y la ley sobre los latidos del corazón

No quiero hacer un spoiler porque mi recomendación es que veáis Unplanned , la historia de la abortista Abby Johnson. Es una película de bajo presupuesto, pero el film está a la altura de un largometraje de calidad. Pero sí quiero comentarles sobre aquello que le pasó a Abby para cambiar de abortista a provida, aquello que experimentó y que observó, las imágenes son duras, pero, en mi opinión, no son crudas. Te dejan una sensación de vacío tremendo. Tristeza y desolación.


La película comienza con Abby aclarando que la historia que va a contar no es bonita, luego viene la esce­na de aquel sábado de septiembre de 2009 en el que parti­ci­pó activamente en un aborto, y un largo flashback que cuen­ta su historia.

Biopic basado en el libro autobiográfico de Abby John­son (titulado Unplanned: The Dramatic True Story of a Former Planned Parenthood Leader’s Eye-Opening Journey Across the Life Line). Abby trabajó para «Planned Parenthood» en una clí­nica en Texas durante varios años, primero como vo­luntaria en pequeñas tareas mientras terminaba sus es­tudios universitarios, luego como asesora de las jóvenes que llegaban en una situación crítica, finalmente se convirtió en la más joven directora de una clínica de dicha franqui­cia; creía luchar por los derechos de la mujer. Un día pre­sen­ció un aborto -primera vez tras años de trabajar allí y de aconsejar a sus clientes-, y fue tal el shock que le pro­dujo que cambió radicalmente, y se convirtió en una activa defensora de la vida.

La película comienza con Abby aclarando que la historia que va a contar no es bonita, luego viene la esce­na de aquel sábado de septiembre de 2009 en el que par­ti­ci­pó activamente en un aborto, y un largo flashback que cuen­ta su historia, cómo acabó siendo la directora de una clínica, una pendiente suave y una serie de malas de­cisiones (ahora afirma que fueron malas) acompañadas de alguna consideración por parte de la protagonista del tipo «desconfía de una decisión que no quieres que se­pa tu madre». A lo largo de ese camino presencia o pro­tagoniza algún incidente que debería haber hecho sal­tar las alarmas, pero solo lo hicieron, todas juntas, aquel sábado.

Unplanned es una obra militante, lo que para muchos es razón suficiente para descalificarla; sin embargo, la his­toria que cuenta es similar a otros thrillers en los que un joven o una joven idealista que trabaja para una em­presa cualquiera -por ejemplo una farmacéutica- descu­bre que venden un medicamento que no ha sido su­fi­cien­temente probado, con el que ganan millones, a sabiendas de que tiene efectos secundarios nocivos; tras el ho­rror viene la denuncia a la empresa y las descalificaciones recíprocas. En el caso de Unplanned, Abby cuen­ta su experiencia y su decepción al descubrir que el aborto es negocio. Por otra parte, sus colegas, salvo Che­ryl -la anterior directora de su clínica-, son presentados to­dos como buena gente, amables, simpáticos, bieninten­cionados.

Debates aparte, Unplanned no tiene los medios de, por ejemplo, El dilema, pero, con los recursos de que disponen Chuck Konzelman y Cary Solomon, hacen un dra­ma bastante aceptable: Ashley Bratcher interpreta con solvencia a Abby, una mujer que dio bastantes bandazos a lo largo de una decena de años; Brooks Ryan es un todoterreno con cara de buena persona, ideal pa­ra ha­cer de buen marido; Robia Scott, veterana de tele­vi­sión, es Cheryl, la ambiciosa directora de la clínica y úni­co personaje pintado con colores sombríos; Jared Lotz hace un buen papel como líder pro vida; y el doctor Levantino es interpretado por un auténtico doctor que realizó abortos. El resto del reparto, secundarios y fi­gurantes, no tienen mucho que decir y los directores ha­cen bien en no darles mucho margen.

La narrativa es correcta, sin ser brillante, algo efectis­ta en sus transiciones y melodías, con el «obligado» tono de película cristiana norteamericana; se trata de una his­toria destinada a un público que ya está a favor, o al menos no en contra, y puede seguirla con interés: es una historia real, un testimonio, expuesta con clari­dad y sin ambigüedades. Los militantes pro vida que apa­recen, todos tienen un aire ingenuo y amable, pero tam­bién muestra -a través de noticiarios- que algunos son capaces de actos muy violentos. No es exhibicionista co­mo otras películas anti aborto, pero algunas imágenes son duras.

No quiero hacer un spoiler porque mi recomendación es que veáis "Unplanned" , la historia de la abortista Abby Johnson. Es una película de bajo presupuesto, pero el film está a la altura de un largometraje de calidad.

Pero sí quiero comentaros que aquello que le pasó a Abby para cambiar de abortista a provida, aquello que experimentó y que observó, las imágenes son duras, pero, en mi opinión, no son crudas. Te dejan una sensación de vacío tremendo. Tristeza y desolación. Y hasta aquí puedo contar.

Por eso, me sorprende la noticia de que la corte federal en Estados Unidos ha declarado inconstitucional la ley del estado de Georgia que prohíbe el aborto cuando se detecta los latidos del corazón del no nacido.

El fallo se ha producido tras una demanda presentada en 2019 por parte de los proveedores de aborto en Georgia.

Realmente, tras esta ley, está claro que el aborto es un negocio. Ya no se trata de acompañar a las pobres mujeres indefensas que no pueden mantener un hijo en un momento delicado de su vida (que en estos casos tampoco está justificado el aborto). Con esta ley, queda patente que lo único que interesa es el negocio, el dinero, el lucro. ¡Por Dios, que se escuchan los latidos del corazón de un ser indefenso!

Esto mismo es lo que ocurre en la película de Abby Johnson. Queda claro que el negocio es el negocio. Lamentable, inhumano y tremendo.

6 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page