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Luis Vogt

La doctrina de la Trinidad (3)

El Ser Trino de Dios. La revelación de Dios es revelación de su Nombre, de modo que toda la revelación es denominación de Dios y todo conocimiento de Dios conocimiento de su Nombre. La revelación de los atributos de Dios es denominación de Dios también. Es el Santo, Misericordioso, Todopoderoso, etc. La confesión de su Ser Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, otra vez es denominación de Dios. Todos los nombres que estudiamos en el tema anterior, Elohim, Adonai, YHVH y Kurios, son nombres del Dios Trino, lo que significa que cada uno de estos nombres señala siempre (1) al único Dios Trino, (2) y a cada una de las tres Personas de la Trinidad.


¿Es bíblica la doctrina de la Trinidad?

La doctrina de la Trinidad es la joya más preciosa del cristianismo, la lupa por la cual comprendemos toda la teología. No aparece en la Escritura como doctrina o dogma definitivo, no obstante, trinidad es la única palabra que puede unir y concluir toda la revelación de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento, (1) la revelación del único Dios en el Antiguo Testamento, con (2) la revelación del Hijo de Dios y del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento y (3) también los momentos del Antiguo Testamento que sugieren la pluralidad de Dios.

La sugerencia de la pluralidad de Dios en el Antiguo Testamento la encontramos en una selección de textos como Génesis 1.26, 27; 3.22; 11.7, donde Dios habla en plural, otros como Gén. 19.24; Salmo 45.7; 110.1; Os.1.7 que distinguen entre Dios y Dios. En Gén. 16.7ss.; 18; 19; 22.11; Éx.3.2; Núm.22.22ss.; Juec. 2.1; 5.23; 6.12ss.; Zac.3.1 etc. aparecen personas o ángeles que irradian majestad divina. En Gén.1.2; Núm.11.29; Juec.3.10; 1R.18.12; Is. 11.2 etc. Ez. 2.2; 3.14, 24; 11.5; Zac. 12.10 etc. el Espíritu de Dios o el Aliento de Dios representa a Dios mismo. La repetición del Nombre de Dios en Núm.6.24-27 es otra sugerencia de la pluralidad de Dios, que no tiene explicación definitiva en al Antiguo Testamento. Los libros apócrifos y la filosofía judía helénica (Filón de Alejandría, muerto 50 d.C.) desarrollan la pluralidad de Dios de una manera filosófica o mística que más tarde ejerció influencia sobre el gnosticismo. Si bien, el evangelio de Juan conecta verbalmente con esta filosofía, usando igualmente el concepto del Logos (el Verbo, Juan 1.1.3,14), no corresponde con el contenido. Para judíos como Filón era impensable comprender la pluralidad de Dios por la persona de Jesucristo. No podían aceptar que el Logos se hubiese hecho carne (Juan 1.1,2).


La Trinidad y la Cristología

La doctrina de la Trinidad depende de la Cristología. Jesús es el engendrado del Padre, Jesús es Kurios, es Señor (1Cor.12.3), es Dios (Juan 20.28; Rom.9.5; Tit.2.13; 1Juan 5.20; 2P.1.1), es Creador (Juan 1.3). Es el único nombre debajo del cielo en que debemos ser salvos (Hech.4.12). Los cuatro evangelios cuentan que después del bautismo por Juan el Bautista, una voz del cielo señaló a Jesús como Hijo de Dios. En el evangelio de Marcos la majestad divina de Jesús es una evidencia sin más explicación. Es una paradoja en el evangelio de Mateo: la divinidad de Jesús se demuestra por el sufrimiento inhumano. Es otra paradoja en el evangelio de Lucas: la divinidad de Jesús se demuestra por su humanidad verdadera y perfecta. Al final es una verdad majestuosa en Juan. Todos los evangelios son la revelación del Hijo de Dios, pero con más claridad que los demás el último evangelio concluye (1) su divinidad (Juan 1.1,14; 20.28) y (2) su unidad con el Padre (Juan 10.30; 17.21; véase Mat. 11.27). En Rom. 1.4 Jesús es declarado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por su resurrección de entre los muertos.


El Espíritu Santo y la Trinidad

La otra línea por la cual se constituye la doctrina de la Trinidad es la Pneumatología. El evangelio de Juan anuncia, otra vez con más claridad que los otros evangelios, la venida del Espíritu Santo, el Otro Consolador (Juan 14.16 etc.). Resulta que el Espíritu Santo es el que sale del Padre y del Hijo (Juan 14.16,26; 15.26). Es la Persona Divina (Ef.4.30), es el Creador que da vida (Juan 6.63), penetra en las cosas de Dios (1Cor.2.10) y actúa con poder y autoridad divinos (Hech.13.1). Hechos de los Apóstoles es el verdadero evangelio del Espíritu Santo, revelado coma Persona divina, a los discípulos de Cristo.


Las variaciones del testimonio neotestamentario de la Trinidad

Distinguimos en el testimonio neotestamentario de la Trinidad 4 formas diferentes: (1) pasajes que explican la relación entre las Personas Divinas (Mat. 11.26; Juan 14.26; 15.26; 16.15), (2) fórmulas trinitarias (Mat. 28.19; 2Cor.13.14; Apocalipsis 1.4,5), (3) fórmulas triadas (conjunto de tres voces), (Ef.1.3-14; 4.4-6; 1P.1.1-2), (4) pasajes que mencionan a las tres Personas sin concluir su relación (Mar. 1.9-11; Gál.4.4-6). Ninguna de estas cuatro variaciones es una prueba de la Trinidad, sino cada una contiene, incluso es la doctrina bíblica de la Trinidad. La doctrina nunca puede saber o decir más que estos pasajes revelan. Sólo puede unir su testimonio. Hemos de advertir contra el uso de 1Juan 5.7,8 para defender la Trinidad porque las palabras [en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo y estos tres son uno; y tres son los que dan testimonio en la tierra] probablemente no son originales, porque aparecieron en fechas muy tardías en los manuscritos y sólo en los occidentales. Concluimos que la iglesia desde el inicio ha creído en el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las epístolas y cartas del Nuevo Testamento, igual que Apocalipsis enseñan o suponen con toda naturalidad la Trinidad de Dios.

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