Oramos y esperamos en Dios que despierte la conciencia de muchos que parecieran tener su conciencia adormecida ante este tan horrendo crimen que se sigue cometiendo ya en forma legal en todo el mundo, donde lamentablemente nuestro país no ha sido la excepción y se ha sumado al club del globalismo y la modernidad, tal pareciera que porque es aprobado por las leyes de un país, este deja de ser pecado y el individuo pierde la capacidad de discernir entre el bien y el mal en un evento que viola flagrantemente los principios divinos.
“Porque la ira de Dios se revela del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó ala inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cuales bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales,sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos1: 18-32)
El hombre es un ser eminentemente religioso
En estos días, en esta sociedad occidental, donde prima el materialismo y el hedonismo como forma de vivir – o más bien, forma de morir viviendo – muchos se jactan de no seguir ninguna religión o creencia, pero se equivocan.
El hombre es un ser espiritual,y su tendencia natural es la de seguir una creencia, es decir, una forma u otrade entender la existencia, de la cual, como ser pensante, él es consciente.
Muchos piensan que no tienen religión alguna, y no obstante, todo ser humano - lo piense o no, lo acepte o no - sigue como poco los parámetros de una creencia, aun subjetiva e interesada, ajustada y hecha a la medida.
Básicamente los hombres partimos de dos posicionamientos diametralmente opuestos a la hora de hablar de creencia. Una es la creencia en Dios, el Creador; otra es la creencia en el llamado evolucionismo. Una implica un Ser existente y Creador y Dador dela vida; la otra implica un llegar a ser las cosas por el resultado del azar ola casualidad. Una implica un proceso inteligente, pensante y de ingeniería milimétrica; la otra implica... ¡nada! Una implica responsabilidad ante ese Ser; la otra implica... ¡nada! Una apunta hacia el Todo, la otra apunta hacia... ¡nada!
Cuando uno llega a creer que no hay Dios, o de que Dios nunca nada tendrá que ver con él, entonces acalla su conciencia, y llega a sentir el engañoso alivio de no tener que rendir cuentas a nadie por encima de él por lo que hace en la vida o por como la vive. El llega a ser dios de sí mismo, y procede según quiere y entiende, y no nos engañemos, esta es la filosofía de esta generación. Es la filosofía de muerte eterna a la que muchos,muchos se han abocado de cabeza.
El bien y el mal
Fíjense bien. El bien y el mal son conceptos morales que necesariamente deben partir de Dios, es decir, de un Ser Superior que trasciende a lo que vemos con nuestros ojos de carne, y que es Dueño y Razón de todo lo que existe. Pero si absurdamente se niega la existencia de ese Ser, no sólo se niega la Razón de la misma existencia, sino que también se niega la realidad del bien y del mal que sólo ese Dios, como Legislador Moral, puede dictar, y ha dictado.
Algunos dirán aquí - “bueno,los hombres tenemos inteligencia como para delimitar el bien y el mal aunque sea de forma parcial o subjetiva” – sí, pero eso no soluciona el meollo dela cuestión, ya que el hombre es una criatura con un principio y seguramente un final (en eso todos están de acuerdo), y si tiene ciertas de esas atribuciones morales, es porque necesariamente las ha tenido que recibir. Si las ha recibido, es que existe un Dador que se las ha concedido.
Por lo tanto, el segundo posicionamiento de creencia, esto es, el evolucionismo, conlleva en sí una patente amoralidad, que fluye tantas veces hacia la inmoralidad, ya que en la práctica no sólo cuestiona, sino que ataca, acosa y pervierte la definición moral expresada de Dios, el Legislador y Juez.
Es por eso que tal posicionamiento de creencia necesariamente producirá un efecto derivado de su causa. En este artículo estaremos viendo, lo que denominaremos “los frutos del evolucionismo”... y sólo algunos de ellos.
Fruto del evolucionismo; la maldad del aborto
Hoy en día el mundo reclama sus derechos. Todos reclaman sus derechos...todos excepto aquellos que no pudieron nacer porque fueron abortados, y el derecho principal al que no pudieron reclamar, fue precisamente el de vivir.
Millones de personas son asesinadas en todo el mundo, y no me estoy refiriendo a la mafia, al narcotráfico, a los gobiernos despóticos o a las guerras injustas. Millones de personas en todo el mundo están siendo asesinadas en el vientre de sus madres –y enfatizamos, personas - sencillamente porque aquéllas no los quieren,sus cómplices las animan a proceder según esa sumamente egoísta acción, y esos médicos que ya han olvidado su código deontológico que les obliga a preservarla vida, las ejecutan... y por supuesto están esos legisladores, y esos políticos que se lavan las manos, porque son “demócratas”.
Si en la antigüedad, en algunos lugares como Fenicia o Cartago, periódicamente algunos niños eran quemados vivos, sacrificados a las deidades paganas de turno, hoy en día multiplicado por la enésima potencia, el mismo ritual continúa en todas partes del globo,pero esta vez, antes de que la criatura nazca, siendo cobardemente asesinada cuando no puede defenderse. Esto ocurre en el seno de esta civilización que se autonombra civilizada, culta, democrática y progresista.
Sólo en España se produce un aborto cada 6,6 minutos, el mismo tiempo que se tarda en tomar un café o en fumar un cigarrillo. Hoy día, uno de cada seis embarazos se interrumpe de manera voluntaria, lo que ha convertido al aborto en una causa de mortalidad ¡mayor que los accidentes de tráfico, los homicidios y los suicidios! (1)
En el año 2006, sólo en España se superaron los 100.000 abortos, y desde que se legalizó éste en el año 1985, se ha superado el millón cien mil abortos (1.121.000 abortos).
“Sacrificando sus hijos a Moloc. Los sacrificios preferidos a Moloc eran especialmente los bebés. Durante el sacrificio, los sacerdotes del templo hacían sonar tambores, trompetas y címbalos, de manera que no oían los llantos de los niños. Hoy en día los que asesinan a los nonatos, ni siquiera oyen sus conciencias
Es paradójico que por un lado la sociedad se preocupa tanto por la precariedad de nacimientos delas ballenas y otros animales, y por el otro condena al ser humano a no nacer,sino a ser reventado en el seno materno y succionado después.
Escribe David Wilkerson:
“Estamos sumergidos en un océano de sangre al continuar permitiendo el asesinato de millones de niños nonatos. Los doctores quitan mediante succión los cerebros delos bebés completamente desarrollados que se encuentran en el tercer trimestre de gestación, y las enfermeras que desvergonzadamente prestan su ayuda en los abortos, marchan protestando en contra del asesinato de las ballenas, de los visones y de los conejos; ¡Qué hipocresía tan descarada!” (2)
Es cruelmente paradójico también que mientras en una sala de la clínica u hospital se está intentando salvar a un feto de cinco meses, en la otra se está arrancando del vientre de otra madre a otro feto del mismo tiempo, sencillamente porque el primero es querido por la madre, mientras que el segundo no lo es.
Aplicando su subjetiva y esperpéntica noción de lo que está bien y de lo que está mal, muchas personas,muchas de ellas completamente ateas o simplemente agnósticas, pero paradójicamente actuando como si fueran Dios, determinan quien nace y quien no nace.
Ante tal horror incalificable e inconfesable, nos hacemos la pregunta ¿en qué podrían pretendidamente llegar a basarse los abortistas, legisladores, políticos, y hasta científicos para justificar tamaña abominación y pecado?
La embriología evolucionista
Analizando el asunto, nos damos cuenta que parte de un posicionamiento absolutamente evolucionista,y por tanto ateo y contrario a la existencia y voluntad de Dios, el Creador.
Los libros de texto tratan como evidencia respecto a la evolución la llamada embriología. Enseñan que se puede observar la evolución de diferentes animales conforme se van desarrollando en el interior de la madre, y en este sentido, todavía se enseña que el feto humano tiene hendiduras branquiales, aun y cuando desde una tan tardía fecha como la de 1908, se demostró que no era cierto; no obstante sigue enseñándose en los libros de texto hoy en día.
La razón por la cual se sigue enseñando que las tiene, es para demostrar que el feto humano no es humano todavía, sino que está en una fase de pez o de anfibio. Pero la realidad cruda y dura (para esos asesinos y sus cómplices), es que el feto humano ¡no tiene hendiduras branquiales!
Eso que enseñan como hendiduras branquiales, no son sino pliegues de la piel. Esos pliegues llegarán a constituir con el tiempo los diferentes músculos del cuello. Nada tienen que ver con el aparato respiratorio.
Las razones que se dan para proceder adelante con el aborto están basadas en el error científico - además de moral - de que el feto en sus primeros momentos no es humano. Eso es falsa ciencia.
Con esa absurda y deliberada enseñanza, se pretende justificar el aborto, llegando a hacer creer que esa criatura que está en el vientre de la madre no es todavía humana, sino sólo animal. Si la criatura que está en el seno de la madre humana, no es humana todavía sino que es un animal, entonces no es grave el desembarazarse de ella si se quiere. Todo el proceso no es más que una falacia que desemboca en la muerte por asesinato de seres humanos... ¿cómo Dios no va juzgar todas estas cosas, y cómo escaparán?
El embrión humano, ¡es humano! La realidad en todos los sentidos, es que el ser humano lo es a partir de su concepción,cuando al introducirse el espermatozoide en el óvulo se constituye el embrión.Ese embrión es un ser humano, y destruirlo per se, es una abominación y un crimen. El aborto (o interrupción voluntaria del embarazo como eufemísticamente le llaman) es un asesinato en primer grado.
Los cristianos, tenemos la instrucción escrita de Dios, la cual llamamos la Biblia, y en ella encontramos clarísimamente que la vida humana empieza en el embrión: “No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y entu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.” (Salmo 139: 15-18).
Es incisivamente curioso que el salmista a renglón seguido exclame: “De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.” (v. 19). Ya la Palabra de Dios advertía de que se iban a levantar hombres y mujeres impíos y asesinos que iban matar a los hombres desde su mera concepción, como está ocurriendo en nuestros días, como nunca antes en la historia de la humanidad.
La misma Biblia dice que la ira de Dios, se revela desde el cielo contra toda la impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, y esto es así, porque a priori,lo que se conoce de Dios es manifestado o entendido por las cosas hechas, que los ojos pueden ver y los oídos oír, por lo cual no tienen ninguna excusa (Ro.1: 18-20). Al negar al Creador, deberán creer en la criatura. Eso se llama evolucionismo.
La práctica legalizada del aborto no es sino consecuencia directa de creer en la evolución, la cual niega al Creador, y enseña que inicialmente el ser humano no es sino un simple animal. Se enseña el evolucionismo como verdad, por lo tanto, no hay nadie a quien dar cuentas fuera del Estado o de la sociedad en este caso. El egoísmo de base de todos aquellos que practican el aborto, desembarazándose de los hijos que no desean, se acomoda muy bien en la injusta, terrible e inhumana ley que lo permite, justificando así sus acciones. Este es un fruto más de haber creído para nuestra comodidad y forma de solucionar las cosas sin pesos en la conciencia en una falsa religión llamada evolucionismo.
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